Trazando la ruta de montaña


Planifica la ruta
Este paso es muy importante. Cuantos más detalles tengas en cuenta antes de iniciar la ruta menos sorpresas 'desagradables' te llevarás una vez en marcha. ¿Qué deberíamos planificar?
·         Estudia la ruta en el mapa, plano o guía donde se incluya información sobre la misma. Es importante conocer el desnivel, la longitud total, si es circular o no, la duración estimada...

·         Se suele tomar como referencia una velocidad de caminata de 4 kilómetros por hora.  Es importante tener una idea aproximada de la duración para planificar la hora de salida y evitar que se nos haga de noche.

·         Ten en cuenta si puede haber situaciones especiales durante la ruta: cruzar arroyos, posibilidad de nieve acumulada en algún tramo, tramos no transitables por el motivo que sea.

·         Previsión meteorológica para el lugar, la fecha y las horas de la salida.

·         Intenta salir siempre acompañado. Si tienes cualquier percance (una simple torcedura de tobillo) tendrás a alguien para ayudarte o para solicitar ayuda. Lo ideal es ir en grupos de al menos 3 personas: si alguien tiene un problema, una persona se puede quedar con el afectado mientras la otra va a buscar ayuda.

·         Informa siempre a alguien de confianza que vas a salir de ruta: si te pasa algo y no puedes pedir ayuda por el motivo que sea, esa persona puede informar y facilitar tu localización.

·         Prepara tu mochila y tu equipamiento.


Durante la ruta

Lo más importante es aplicar el sentido común. Hacer senderismo es disfrutar de la naturaleza, no consiste en batir récords de velocidad o de distancia, sobre todo si no estamos preparados físicamente. 

·         Si ese día, por el motivo que sea te encuentras mal, es preferible no salir a hacer la ruta, ya que lo pasarás mal y también perjudicarás a tu grupo.

·         No todos tenemos la misma forma física, y todos podemos tener un mal día, nos podemos sentir mal durante la ruta, más cansados de lo normal, etc. Siempre hay que adaptarse a la persona que tiene el ritmo más bajo

·         Si llegas a un tramo que consideras peligroso o que está por encima de las posibilidades es preferible dar la vuelta. 

·         No dejar a nadie atrás

·         Hay que beber con frecuencia pero pequeñas cantidades. Raciona el agua para que dure toda la jornada, manteniendo al menos una pequeña reserva hasta que estés muy cerca del final de la jornada.

·         Siempre que sea posible lleva un plano topográfico de la zona por la que transcurre la ruta, con la ruta marcada. La señalización no siempre es perfecta y a veces nos podemos despistar. El mapa topográfico te ayuda a identificar el terreno a tu alrededor y tomar referencias. Si ves que has perdido el sendero correcto, intenta volver sobre tus pasos hasta la última marca de señalización del sendero.

Si nos encontramos con un perro que se muestra agresivo (por ejemplo si pasamos cerca de alguna finca con perros o nos encontramos un perro suelto por el monte)

·         NUNCA corras

·         No agites las manos ni le grites, ni le amenaces con un palo o similar

·         No le mires directamente a los ojos

·         No sonrías (lo puede interpretar como una amenaza al enseñar los dientes)

·         Mantente quieto, en silencio o hablándole suavemente, con las manos pegadas al cuerpo, mirando a otra dirección pero manteniendo al animal en tu visión periférica.

·         Mantener la calma es muy importante. Los animales detectan fácilmente el miedo y si ven que tienen una posición dominante les será más fácil tomar la decisión de atacar.

·         En muchos casos el perro simplemente tendrá una actitud curiosa, de juego o es posible que se haya asustado con nuestra presencia. Puede que se acerque simplemente a olfatearnos.

·         Intenta que nadie del grupo entre en pánico. Habla suavemente explicando la situación y lo que tienen que hacer. Si hay niños en el grupo o personas más vulnerables nos colocaremos a modo de barrera entre el animal y estas personas, siempre con movimientos suaves y como sin darle importancia.

·         Un perro, a menos que esté entrenado para atacar, tendrá una actitud agresiva por haber invadido su territorio o porque se sienta amenazado. Intentaremos volver sobre nuestros pasos tranquilamente, abandonando esa zona de conflicto para que el animal se tranquilice. El perro intentará primero avisarnos con sus ladridos, aunque parezca una actitud muy agresiva la mayoría de las veces es simplemente una advertencia y no pasará de ahí.

·         Si nada de esto funciona, y el perro sigue con una actitud agresiva y se acerca con intención de atacar: sin hacer movimientos bruscos, intenta buscar algún objeto que te sirva de escudo, por ejemplo la mochila. 

·         Si llevas un bastón o un palo, colócalo delante de ti, en su posición normal apoyado en el suelo, para que te sirva de protección. No lo levantes ni le amenaces con él.

·         Si finalmente se lanza al ataque. Dale una orden fuerte, autoritaria: ¡Quieto! o ¡SIT!.  Cierra las manos en forma de puño para evitar que te muerda los dedos. Si tienes un palo o un bastón colócalo a modo de protección delante, con las dos manos, para que haga presa en él. 

Es preferible que te muerda en un antebrazo (mejor que una pierna por ejemplo). Si hace presa en el antebrazo intenta presionar con el antebrazo hacia el interior de la boca (como para abrirle más la mandíbula) en lugar de tirar, si es posible sujétale la cabeza con fuerza con la otra mano o presionándolo contra un árbol. De esta forma evitaremos o minimizaremos los desgarros y además se debilitarán los músculos de la mandíbula del animal y acabará soltándonos.

·         Si te muerde en un brazo y llevas una chaqueta, intenta quitarte la prenda para que la siga mordiendo. 

·         Si te muerde en una extremidad y hace presa, y no tienes la opción de agarrarle la cabeza o soltarte como en los puntos anteriores (por ejemplo si te muerde en una pierna), tendrás que defenderte golpeándole en el cuello, en las costillas o en la nariz. El botón de la nariz es un punto muy sensible en los perros.

·         Mantén siempre la posición vertical. Si por el motivo que sea te derriba y pierdes el control de la situación intenta colocarte en posición fetal, con los brazos protegiendo cara y el cuello y los puños protegiendo las orejas. 

Comportamiento de los mastines. Los mastines son perros que cuidan del ganado. Tienen que defender un territorio de posibles depredadores (es su trabajo). Este perímetro de trabajo lo conoce el animal, pero no nosotros, de forma que podemos haber entrado en su perímetro sin darnos cuenta. 

El mastín puede ladrarnos desde lejos para advertirnos y es lo que hará casi siempre, pero también se puede acercar a nosotros, a veces de una forma tranquila, que parece amistosa, para marcarnos. Marcar significa que nos morderá en un brazo o en una pierna, produciendo herida incluso, pero sin intención de matar (es decir, desde su punto de vista no es un ataque sino una advertencia para que nos vayamos).

Antes de llegar a esa situación, lo que debemos hacer es retroceder y alejarnos del animal, para salir de su territorio. Y si es necesario dar un rodeo o simplemente dar media vuelta si vemos que no vamos a conseguir rodear al animal con garantías. 
Qué llevar en el morral
Para rutas en el día, de unas cuantas horas.
·         Agua (un litro y medio para un adulto)

·         Comida, sin pasarnos. No es aconsejable darnos un atracón en mitad de la ruta, aparte de que tenemos que controlar el peso que llevamos de partida.

·         Barritas energéticas, para emergencias. Ocupan y pesan poco, y nos pueden venir bien si tenemos un bajón o si nos retrasamos por el motivo que sea.

·         Un celular. Imprescindible. Para casos de emergencia, tanto para avisar como para que nos localicen. Intenta que la batería esté cargada al máximo antes de salir de ruta. Si la ruta es relativamente larga es mejor llevar el celular apagado para ahorrar batería.

·         Silbato. En caso de que tengamos algún problema, el silbato facilita que nos localicen y gastamos menos energía que gritando.

·         Navaja multiusos

Cordones de repuesto para el calzado y/o una cuerda, por ejemplo paracord (cuerda de paracaídas), cordino o similar que son ligeras y muy resistentes. Siempre viene bien llevar algo que permita atar o sujetar cosas. 

·         Linterna, por si por el motivo que sea nos pilla la noche. Preferiblemente una linterna frontal (ya que nos deja las manos libres) o al menos una linterna normal led. Verifica que las pilas están cargadas y lleva pilas de repuesto en la mochila. 

·         Una manta térmica. Son muy baratas, no ocupan sitio, son ligeras y pueden venir bien en algunas circunstancias.

·         Un pequeño botiquín (Imprescindible)

·         Una muda, ropa de abrigo extra, etc. dependiendo de la época del año, condiciones meteorológicas... Por ejemplo es interesante llevar unos calcetines de repuesto por si se nos mojan los pies. Una gorra. Un gorro polar. Una braga... Estos elementos pequeños los podemos llevar dentro de bolsas transparentes tipo Zip para evitar que cojan humedad o se mojen por algún motivo.

·         Un par de bolsas de plástico grandes (para traer de vuelta la basura o para envolver cosas en caso de lluvia)

Mira más abajo el apartado sobre las características de la mochila. Pero ten en cuenta que entre 4 y 6Kg sería el peso máximo recomendado para ir cómodos. Por encima de ese peso podemos tener problemas a medida que transcurra la ruta. Si sólo hacemos rutas de forma ocasional y no estamos entrenados es preferible ir al mínimo de peso (4-5Kg), cada gramo de más a la espalda se nota cuando llevamos unos cuantos kilómetros.

Teniendo en cuenta que el agua son 1.5Kg, y el peso de la propia mochila estará alrededor de 1Kg, tenemos un margen de unos 2-3Kg para el resto del equipo, que normalmente da para todo lo que realmente necesitamos. 
Botiquín
Debemos llevar un botiquín básico que cubra los pequeños problemas de salud que podamos tener (nosotros o las personas que nos acompañan) durante la ruta. El botiquín tiene que ser fácilmente indentificable, ya que si somos nosotros los que tenemos el percance y necesitamos ayuda de otra persona, esa persona tiene que poder encontrarlo fácilmente. 

Por este mismo motivo no conviene llevar las cosas sueltas por diferentes apartados de la mochila. El propio botiquín conviene llevarlo dentro de una bolsa de plástico en la mochila, para evitar que por cualquier motivo se moje.

·         Como contenedor: una bolsa de lona o material resistente, o estuche rígido pequeño, identificable fácilmente como botiquín.  Ten en cuenta las dimensiones. Para senderismo (salidas de unas horas) podemos llevar un botiquín pequeño, que no nos ocupe mucho espacio en la mochila.
·         Tiritas
·         Un par de bolsitas de gasas estériles
·         Vendas compresivas elásticas / venda adhesiva
·         Esparadrapo resistente (el de tela)
·         Antiséptico
·         Unos guantes de látex. Ocupan muy poco y nos permitirán tratar una herida minimizando el riesgo de infección
·         Antihistamínico para posibles picaduras de insectos (por ejemplo barrita para picaduras)
·         2-3 monodosis de suero fisiológico (para limpiar heridas, lavar los ojos..)
·         Una pinza pequeña y unas tijeras pequeñas
·         Opcionalmente, colirio
·         Algún analgésico suave (paracetamol, ibuprofeno)
·         Urbasón (muy recomendable llevarlo si hay alguien alérgico a picaduras, por ejemplo para reacciones muy violentas a picaduras de avispas, etc.. Consulta con tu médico)
·         Puntos de sutura adhesivos
·         Una manta térmica (que puede ir fuera del botiquín, pero conviene llevarla)

Los botiquines hay que revisarlos y reponer el contenido periódicamente, ya que incluyen material que caduca o se irá gastando si hacemos uso del mismo en alguna ocasión.
¿Cómo debe ser el morral?
La mochila se tiene que adaptar al tamaño de la persona y al tipo de actividad que vayamos a realizar. En el caso de senderismo, para salidas de unas horas (la ruta comienza y finaliza el mismo día), las características de la mochila serían:

·         Capacidad de entre 20 y 30 litros

·         Tiene que tener cinturón de descarga. Es decir, el peso de la mochila tiene que recaer sobre la cadera, no sobre los hombros. Las correas de los hombros sólo sujetan la mochila para que no se caiga hacia atrás, no deberían ejercer presión hacia abajo sobre los hombros. El cinturón de descarga normalmente va acolchado en los laterales para que haya una buena sujeción pero que resulte cómoda.


·         La mochila debería tener bastante rigidez en el bastidor (la parte que va pegada a la espalda). De esta forma todo el peso se transmite a la cadera. Si la mochila es blanda el peso se dividirá entre los hombros y la cadera, y además la deformación puede llegar a ser molesta porque no reparte los pesos de forma homogénea.

·         Hay modelos que tienen un acolchado ahuecado para la espalda, o una rejilla que la separa ligeramente para facilitar la transpiración.

·         La mochila debería tener cinchas de compresión (aunque no es imprescindible, sí es recomendable). Estas cinchas permiten que la mochila quede lo más compacta posible, aunque no vaya cargada al máximo. De esta forma no hay movimientos en el interior o deformaciones durante la marcha, y la carga va más pegada a la espalda, es decir, más cerca del centro de gravedad del cuerpo al caminar.

·         Es recomendable que la mochila sea impermeable (suelen ser bastante caras) o que incluya una funda impermeable que permita colocarla cuando llueva, para preservar seco el contenido. De todas formas es buena idea llevar el contenido dentro de bolsas de plástico. Para la ropa son muy útiles las bolsitas tipo zip transparentes, que además permiten ver fácilmente el contenido.

Recuerda: peso máximo que debemos llevar: para un adulto el máximo sería de 4 a 6 Kg
Calzado para senderismo
El calzado es uno de los elementos más importantes, que puede hacer que nuestra experiencia en una ruta sea placentera o un auténtico tormento. Las pautas que vamos a dar aquí son genéricas, para rutas de senderismo de nivel medio, luego hay calzado especializado para media y alta montaña, etc.
Características del calzado para senderismo:

·         Protecciones laterales

·         Protección de puntera

·         Protección de talón

·         Material externo resistente a la abrasión (preferiblemente membrana impermeable y transpirable)

·         Suela con taco, de grosor suficiente y semirrígida (poca torsión)

¿Botas o zapatos?. Hay calzados específicos de senderismo que cumplen esos requisitos. No es buena idea hacer senderismo con zapatos deportivos (de atletismo por ejemplo), ya que no tienen tacos adecuados y la suela es muy flexible: tendremos muchas posibilidades de hacernos daño en los pies.

En general, si no tenemos mucha experiencia en senderismo, es mejor comenzar con unas botas de caña media, ya que nos servirán para prácticamente todos los tipos de rutas y para cualquier condición del terreno (barro, hierba con rocío, pedreras, etc.). El pie queda bien sujeto, nos protegen el tobillo de posibles golpes e incluso esguinces, y nos ofrecen una pisada muy estable.

Más adelante, con más experiencia, con el pie más fortalecido, y conociendo el terreno por el que discurre la ruta, se pueden elegir zapatos de senderismo que son más ligeros y permiten una mejor transpiración. 

Las botas de caña alta ofrecen una estabilidad extra al pie, y también protegen mejor del frío. Pero suelen ser más rígidas y también algo más pesadas. Están quizás más indicadas para travesías de varios días donde se carga con una mochila más pesada. 

Si puedes, elige botas fabricada con membrana. Este tejido es impermeable pero permite la transpiración del pie.
La ventaja de que las botas transpiren es que mantienen los pies más secos y minimizan el riesgo de ampollas y rozaduras, así como la sensación de pies recalentados que es bastante incómoda y puede llegar a producir lesiones.
Calcetines para senderismo
Los calcetines son la segunda piel del pie, que lo protege (frío y rozaduras) y que permite transmitir el movimiento a la bota de una forma suave.
Aunque llevemos unas buenas botas, con unos calcetines no adecuados acabaremos con ampollas, heridas en los pies, sensación de frío o simplemente más cansados por forzar la pisada.
Características de unos buenos calcetines:
·         Siempre tienen que tener la caña más alta que la de la bota
·         Preferiblemente que estén fabricados con fibra sintética, ya que transpira mejor y no retiene la humedad como la fibra natural
·         Tienen que tener un componente elástico para que queden ajustados al pie sin formar arrugas. Las arrugas de los calcetines son el principal enemigo del pie en senderismo
·         Pueden tener refuerzos en la puntera y el talón, que son las zonas que normalmente soportan más esfuerzos durante la marcha
Ropa adecuada para senderismo
Para la parte del tronco se sigue la regla de las 3 capas: 
La primera capa es la que va pegada al cuerpo, como una segunda piel.
·         En invierno lo más recomendable es una camiseta térmica. Debería ser de un material elástico que se ajuste al cuerpo (sin apretar demasiado) y de un tejido sintético que facilite la transpiración y que seque rápidamente. 

No es recomendable usar camisetas normales de algodón porque conservan toda la humedad que genera nuestro cuerpo con el sudor. Y la humedad, aparte de la incomodidad, se transforma en frío en el momento en que paramos la actividad.
·         En verano interesa una camiseta suelta, también de tejido sintético. 

La segunda capa es la de abrigo. 
·         En inverno normalmente será un forro polar de tejido sintético. Puede ser cerrado o abierto (con cremallera). Generalmente es más interesante una segunda capa abierta porque nos permite ir regulando la ventilación del cuerpo en función de la actividad física y las condiciones climatológicas. Si vamos a salir en condiciones de mucho frío la segunda capa podría ser un forro polar térmico cerrado junto con un chaleco de tipo pluma, que es el que nos permitirá regular la ventilación.
·         En verano puede ser un forro polar ligero si tenemos previsto pasar por zonas de umbría o por zonas de cierta altura más expuestas al viento.

La tercera capa, también conocida como membrana, es la que protege del ambiente exterior: lluvia, nieve, viento... Esta capa es impermeable, y lo recomendable es que sea también transpirable para que no se pueda acumular la humedad generada por el sudor.
·         En invierno, dependerá mucho de las condiciones meteorológicas (temperatura, humedad y viento, si puede llover o nevar...). La tercera capa será normalmente una chaqueta impermeable (ojo, no confundir tercerca capa con prendas fabricadas con tres capas, como algunas chaquetas de montaña, que llevan un tejido exterior impermeable, una capa aislante y un tercer tejido interno que facilita la transpiración). 

Las chaquetas de calidad, sobre todo para condiciones meteorológicas duras suelen ser caras pero es una buena inversión porque son muy resistentes y se nota la diferencia en el uso (más cómodas y mejor protección) con respecto a marcas o modelos baratos.
·         En verano, la tercera capa será un chubasquero o cortavientos ligero que llevaremos en la mochila por si nos encontramos algún chubasco inesperado. Si toda la ruta se va a hacer en situación de calor dejaríamos en casa la segunda capa y el cortavientos nos serviría como prenda de emergencia por si se retrasa la vuelta y nos pilla la noche, etc.

Pantalón
Para las piernas también se aplica la regla de capas, pero en el caso de senderismo para salidas de un día lo normal es llevar una única capa (pantalón) o una segunda piel interior que podrían ser unas mallas térmicas. Pero ten en cuenta que a medida que transcurre la marcha, si hace menos frío del esperado, la doble capa puede llegar a resultar incómoda y no es tan sencillo jugar con las capas como con la parte superior (no podemos desabrochar o quitar y poner fácilmente).
Los pantalones recomendados son los de fibra sintética, ligeros y flexibles para facilitar los movimientos. No es recomendable usar vaqueros porque si se mojan por cualquier motivo retendrán la humedad y tardarán mucho en secarse, lo que se puede traducir en sensación de frío e incomodidad. También nos pueden provocar rozaduras si van muy ajustados, etc.

En general es preferible llevar pantalón largo incluso en marchas durante el verano, porque el pantalón protege las piernas si pasamos por zonas de espinos, hierba seca, ramas bajas, etc.